
Eres el gemido
que asoma en mi memoria.
Una vela en calma
que sosiega y atormenta mi alma.
Eres la sonrisa
que se perfila en mi boca.
La contemplación indiscreta
que moldea mi pecho
y descansa en mi vientre.
Eres la mirada profunda,
el centelleo de mi hoguera,
la voz que abrasa
y ennoblece la esperanza.
Eres la primavera en mis praderas,
la sinfonía de mi espera
y el impulso de un coraje
disuelto en el pensamiento.
Eres el beso desbordado de mis sueños,
el nombre de mis locuras que inflama el deseo…
Eres el abrazo descontrolado,
la sed de mis sentidos desesperados…
Eres mi lujuria, mi codicia y mi locura.